La renta de garantía de ingresos (RGI) es una prestación económica mensual para atender las necesidades básicas de las personas y familias integrantes de una unidad de convivencia que no disponen de recursos suficientes, y para ayudarles en la inclusión laboral y social.

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La RGI es una prestación subsidiaria, complementaria, intransferible e indefinida.

Esta prestación la pueden cobrar las personas que no disponen de recursos o que, aun teniéndolos, éstos son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, siempre que reúnan los requisitos para acceder a la prestación. Pueden ser personas sin trabajo, trabajadores con pocos recursos, pensionistas, perceptores de otro tipo de pensiones, inmigrantes sin permiso de residencia, etc.

Las personas titulares y beneficiarias de la RGI deberán cumplir los requisitos y las obligaciones durante todo el tiempo que se perciba la prestación. Si no, la prestación se suspenderá o extinguirá dependiendo del caso.

La competencia para el reconocimiento y el control de la RGI le corresponde a Lanbide-Servicio Vasco de Empleo.

Para el reconocimiento de la RGI, se tienen en cuenta las rentas e ingresos disponibles durante el mes de la solicitud y la renta máxima garantizada a dicha fecha.

A cada unidad de convivencia le corresponde mensualmente la RGI y se actualiza trimestralmente, considerando las rentas e ingresos disponibles y la renta máxima garantizada durante ese periodo.

La cuantía de la RGI que corresponde mensualmente a una unidad de convivencia se determina por la diferencia entre la renta máxima garantizada y el conjunto de las rentas e ingresos disponibles de todas las personas integrantes de la unidad de convivencia, una vez aplicados los estímulos al empleo en su caso.